Eres el visitante número:

lunes, 18 de julio de 2011

Intimo y Personal

Ya tenemos el vaso medio lleno.

Acabamos de terminar de mezclar las canciones que completan la primera mitad del disco. El resultado está siendo sorprendente. Todas las canciones son tan íntimas y personales que es muy difícil elegir cual de ellas ha resultado la más especial.

Por ahora el conjunto está siendo bastante equilibrado.

Las estructuras y estribillos aunque giran en la misma dirección suenan bastante diferentes. A pesar de ese marcado carácter distintivo hay una esencia en común en todas las canciones, están hechas desde el cariño. Es ahí donde cada inflexión de la voz dota de sentido verdadero a las palabras y la textura de los instrumentos pone el matiz perfecto para que las melodías cobren sentido y las letras suenen como bloques compactos y homogéneos.

No existe un adjetivo que describa que se siente al oírlas terminadas.

Es como recibir una inyección de adrenalina en la cúspide de una montaña rusa. Una dosis que fluye por las venas a escalofríos y acaba súbitamente con el vértigo y el miedo que te produce mirar abajo. Ver como poco a poco han ido evolucionando las canciones en el proceso de grabación no tiene precio. Los sonidos, los arreglos, la presencia y los ritmos que salen de cada uno de los acordes envuelven en la nostalgia de recordar el momento en el que fueron escritas, cuando apenas eran versos encadenados escritos sobre hojas de papel cuadriculado y el reloj solo marcaba horas muertas perdidas buscando una inspiración que no llegaba.

Después del verano volveremos con las bisagras engrasadas. Con las emociones y energías renovadas por completo para entrar de nuevo en el proceso de composición.

Las nuevas canciones nos esperan para completar el recorrido.

El disco está cada vez más cerca.

VERSILIA

domingo, 3 de julio de 2011

Recuerdos del Ayer



Hoy hemos dado la vuelta a ese pequeño reloj de cristal que marca el compás de nuestros sueños.

Hemos conseguido retroceder varios años en el tiempo, recuperando una atmósfera mística capaz de recrear a la perfección el añorado espíritu retro de los setenta.

Nos hemos despertado inquietos y nerviosos, pero ilusionados por el efecto estimulante que se respiraba en aquel cálido paisaje. A nuestro alrededor, el susurro de una suave brisa restallaba sobre un extenso bosque amarillento. El día era hermoso y el cielo estaba completamente despejado, el sol brillaba a más no poder y el calor que hacía allí era sofocante. Las altas copas de los árboles se alzaban alegres sobre el horizonte, con sus finos pero esbeltos troncos recogiendo con agrado los monótonos rayos de sol y dorando de un árido color toda la superficie del terreno.

Comenzamos a recorrer aquellos parajes con el entusiasmo y la curiosidad de un niño. Ro se vistió acorde para la ocasión, con un estilismo y maquillaje digno de una princesa de época. El look y colorido de sus complementos resaltaba con fuerza por cada uno de los rincones.

La panorámica de aquel lugar era ideal.

Una vieja maleta de piel abandonada en la cuneta era nuestro único equipaje. No necesitábamos nada más. Ya estábamos vestidos y abrigados por la mejor de las compañías. Necesitábamos inmortalizar aquellos mágicos momentos para siempre y una cámara fotográfica de alta definición empezó a disparar instantáneas de todo lo que sucedía.

Nuestros fotógrafos sabían recoger a la perfección toda la magia que se respiraba en aquel ambiente. Tumbados sobre la humedad del césped apenas se podía sentir el gorgojeo de los pájaros, solamente el oscuro e imaginario sonido Vintage de un pequeño receptor a válvulas acompañaba el sonido del obturador.

El tiempo parecía haberse detenido con nosotros. Cada minuto que recorríamos agudizaba la dulce y extraña excitación que allí sentíamos. Nos sentíamos tan felices que apenas éramos conscientes de que el cielo empezaba ya a oscurecer. Con el ocaso de la tarde llegamos al final de nuestro viaje al pasado, atrás dejamos un montón de imágenes para el recuerdo, momentos tan especiales que guardaremos para siempre en nuestros corazones y un cúmulo de fotogramas para compartir con todos vosotros.

Gracias por esta tarde tan inolvidable.

VERSILIA